Inauguración:
En la apertura de las Olimpiadas de Seúl, nadie se quedo sin perderse de ningún detalle. Pues todos encontraban debajo de su asiento una caja con un aparato receptor y sus auriculares, por donde escuchaba, en diez idiomas, el significado de cuanto sucedía en el campo.
Por la aparición de centenares de paracaidistas y cinco aviones dibujando en el espacio los aros olímpicos. Del cielo nos pasamos a la tierra donde entro un niño empujando una rueda enorme por si solo aunque poco a poco, niños de su misma edad, de las otras 159 naciones participantes, lo fueron acompañado, en un mensaje a la humanidad de unión, amor, amistad y paz.
La clausura:
Apenas se extinguió el fuego olímpico, el estadio quedó a oscuras, cientos de reflectores iluminaron hacia el cielo para apreciar la llegada del perro Cobi, mascota de Barcelona. Mientras Cobi tomaba de la mano al tigre Hodori, mascota de Seúl, aparecían en cartón-piedra la reproducción de la Sagrada Familia de Gaudí y se simbolizaban la paloma de Picasso y el sol de Miró.
Mientras todo esto pasaba la orquesta coreana tocaba como música de fondo de la presentación que se veía en la pantalla gigante, con las siguientes palabras en cuatro lenguas: "Nous vous attendons... We await you...Os esperamos...Us esperem...A Barcelona!" Aquí la orquesta haciendo su espectáculo
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